Publicado en El Mercurio, Lunes 21 de abril de 2008
Francisca Avilés y Manuel Fernández
"El turismo de montaña crece cada año con nuevos proyectos y actividades no sólo en invierno. La idea es que de acá surjan los profesionales que requiere la montaña".
CARLOS BOMBAL, Arquitecto autor del proyecto.
Francisca Avilés y Manuel Fernández
Educación en la cordillera:
Escuela busca convertirse en un centro de formación de profesionales de la montaña
Escuela busca convertirse en un centro de formación de profesionales de la montaña
Es un establecimiento rural de sólo 48 alumnos y 5 profesores, pero el colegio de Farellones tiene ambiciones: está impulsando un proyecto que, de concretarse, ayudaría a preparar a deportistas de elite y expertos en turismo andino.
Durante el invierno, Gaelle Calvez llega al colegio deslizándose por la nieve sobre una bolsa de basura desde su casa en uno de los cerros de Farellones.
Ahí, al igual que los demás 47 alumnos del colegio Farellones, no sólo aprende matemáticas y lenguaje. También practica esquí y toca violín en la orquesta infantil, entre otras cosas.
Es la singular combinación que se da en esta escuela pública rural, cuyo proyecto educativo está basado en la montaña. Eso implica clases al aire libre, excursiones cerca del colegio y trabajo de los alumnos con especialistas de universidades, que les enseñan y acercan de forma didáctica y participativa temas de arqueología, flora y fauna.
"Me gusta este ambiente, no viviría nunca en una ciudad", dice Gaelle. Sin embargo, cuando este año termine el 8° básico, tendrá que continuar sus estudios en otro lugar ya que el colegio -con una planta de cinco docentes- no ofrece enseñanza media.
Planes ambiciosos
Algo que podría cambiar si llegase a concretarse el proyecto que el arquitecto Carlos Bombal Molina elaboró, con el fin de convertir a esta pequeña escuela rural en un"refugio educativo". Una idea que nació como su trabajo de título, hace dos años, y que ya ha cautivado el entusiasmo de toda la comunidad.
El plan es levantar un nuevo edificio de 837 m{+2}, que permita ampliar el colegio hasta 4º medio. Con ello, esperan que el lugar se convierta en un referente a nivel chileno y sudamericano en la formación de profesionales de la montaña, en lo deportivo, turístico y científico.
"Queremos formar un niño con competencias de cordillera, con una educación integral", dice el director, Carlos Valdebenito. Explica que al colegio asiste una amplia gama de alumnos: si bien el 80% son hijos de personas que cuidan departamentos en los centros invernales, también hay hijos de instructores de esquí extranjeros.
"Cada vez hay más desarrollo turístico, en invierno y también en verano. Pero faltan personas preparadas para recibir a esa gente. Educación y turismo deben ir de la mano", indica Pablo Villoch, director del Centro Cordillera de Lo Barnechea, comuna de la que depende la escuela.
Pero además de la faceta turística, la idea es que el lugar también sea un espacio para que los jóvenes que quieran ser esquiadores profesionales puedan lograrlo en paralelo con sus estudios escolares.
De hecho, en la actualidad el colegio se destaca por su alto nivel en este deporte. Ignacio Ulloa, alumno de 8°, obtuvo el cuarto lugar nacional en un torneo realizado el año pasado y en enero compitió en Estados Unidos: "Quiero seguir esquiando. Si hubiera educación media, me quedaría acá, de todas formas".
Pero lo que más motiva a los padres de este proyecto es que ya no tendrán que separarse de sus hijos al terminar 8° básico. "Todos los papás se hacen la idea de que los hijos quizás pueden irse de la casa cuando terminan la media. Pero acá nos separamos cuando apenas tienen 14 años", dice Gloria Muñoz, madre de una alumna de 1° básico y cuyo hijo mayor hoy está en un liceo "abajo", en la ciudad.
Celia Fernández, directora (S) de Educación de Lo Barnechea, cree que la idea "puede ser muy exitosa", pero también reconoce que es de "difícil implementación". El gran problema, afirma, es la escasa matrícula de la escuela: sólo 48 alumnos.
En el colegio están conscientes de este factor, pero creen que es posible de revertir. Según estima el director, si se logra atraer a jóvenes deportistas y a hijos de los trabajadores de la cercana mina Los Bronces, la matrícula actual podría duplicarse.
"Acá todos los años llegan varios apoderados de Santiago interesados en traer a sus hijos, pero como no tienen donde quedarse, desisten. Por eso, el proyecto incluye también un internado", asegura el director.
De todos modos, como el proyecto costaría unos $500 millones, la escuela está buscando apoyo en el sector privado e intentando generar convenios con embajadas, que permitieran desarrollar programas de intercambio con colegios similares en Europa y Norteamérica.
Durante el invierno, Gaelle Calvez llega al colegio deslizándose por la nieve sobre una bolsa de basura desde su casa en uno de los cerros de Farellones.Ahí, al igual que los demás 47 alumnos del colegio Farellones, no sólo aprende matemáticas y lenguaje. También practica esquí y toca violín en la orquesta infantil, entre otras cosas.
Es la singular combinación que se da en esta escuela pública rural, cuyo proyecto educativo está basado en la montaña. Eso implica clases al aire libre, excursiones cerca del colegio y trabajo de los alumnos con especialistas de universidades, que les enseñan y acercan de forma didáctica y participativa temas de arqueología, flora y fauna.
"Me gusta este ambiente, no viviría nunca en una ciudad", dice Gaelle. Sin embargo, cuando este año termine el 8° básico, tendrá que continuar sus estudios en otro lugar ya que el colegio -con una planta de cinco docentes- no ofrece enseñanza media.
Planes ambiciosos
Algo que podría cambiar si llegase a concretarse el proyecto que el arquitecto Carlos Bombal Molina elaboró, con el fin de convertir a esta pequeña escuela rural en un"refugio educativo". Una idea que nació como su trabajo de título, hace dos años, y que ya ha cautivado el entusiasmo de toda la comunidad.El plan es levantar un nuevo edificio de 837 m{+2}, que permita ampliar el colegio hasta 4º medio. Con ello, esperan que el lugar se convierta en un referente a nivel chileno y sudamericano en la formación de profesionales de la montaña, en lo deportivo, turístico y científico.
"Queremos formar un niño con competencias de cordillera, con una educación integral", dice el director, Carlos Valdebenito. Explica que al colegio asiste una amplia gama de alumnos: si bien el 80% son hijos de personas que cuidan departamentos en los centros invernales, también hay hijos de instructores de esquí extranjeros.
"Cada vez hay más desarrollo turístico, en invierno y también en verano. Pero faltan personas preparadas para recibir a esa gente. Educación y turismo deben ir de la mano", indica Pablo Villoch, director del Centro Cordillera de Lo Barnechea, comuna de la que depende la escuela.
Pero además de la faceta turística, la idea es que el lugar también sea un espacio para que los jóvenes que quieran ser esquiadores profesionales puedan lograrlo en paralelo con sus estudios escolares.
De hecho, en la actualidad el colegio se destaca por su alto nivel en este deporte. Ignacio Ulloa, alumno de 8°, obtuvo el cuarto lugar nacional en un torneo realizado el año pasado y en enero compitió en Estados Unidos: "Quiero seguir esquiando. Si hubiera educación media, me quedaría acá, de todas formas".Pero lo que más motiva a los padres de este proyecto es que ya no tendrán que separarse de sus hijos al terminar 8° básico. "Todos los papás se hacen la idea de que los hijos quizás pueden irse de la casa cuando terminan la media. Pero acá nos separamos cuando apenas tienen 14 años", dice Gloria Muñoz, madre de una alumna de 1° básico y cuyo hijo mayor hoy está en un liceo "abajo", en la ciudad.
Celia Fernández, directora (S) de Educación de Lo Barnechea, cree que la idea "puede ser muy exitosa", pero también reconoce que es de "difícil implementación". El gran problema, afirma, es la escasa matrícula de la escuela: sólo 48 alumnos.
En el colegio están conscientes de este factor, pero creen que es posible de revertir. Según estima el director, si se logra atraer a jóvenes deportistas y a hijos de los trabajadores de la cercana mina Los Bronces, la matrícula actual podría duplicarse."Acá todos los años llegan varios apoderados de Santiago interesados en traer a sus hijos, pero como no tienen donde quedarse, desisten. Por eso, el proyecto incluye también un internado", asegura el director.
De todos modos, como el proyecto costaría unos $500 millones, la escuela está buscando apoyo en el sector privado e intentando generar convenios con embajadas, que permitieran desarrollar programas de intercambio con colegios similares en Europa y Norteamérica.
"Trabajamos con experiencias ricas, clases al aire libre, teatro, esquí, una orquesta. Lo que aprenden aquí les va a permitir tener un muy grato recuerdo de su enseñanza".
CARLOS VALDEBENITO, Director del Colegio Farellones.
"El turismo de montaña crece cada año con nuevos proyectos y actividades no sólo en invierno. La idea es que de acá surjan los profesionales que requiere la montaña".
CARLOS BOMBAL, Arquitecto autor del proyecto.
